Me duele el brazo izquierdo, ¿debo preocuparme o espero a que pase? ¡PREOCÚPATE!

Aquí entre nos, te has preguntado recientemente cosas como: ¿me duele la cabeza intensamente, o el pecho?, ¿tengo picazón o comezón en algún lugar específico? ¿Me duele el brazo izquierdo? ¿O el derecho?

Mantente atento cuando de tu salud se trata. Tócate, date unos minutos para preguntarte por ti, por tus emociones, por tu cuerpo. No importa cuán tonto o minúsculo pueda parecer alguna sensación, todo, absolutamente todo es importante.

En este artículo, nuestro grupo de expertos darán su acertada opinión sobre una pregunta que recibimos de hace algunas semanas y que parece tan trivial que generalmente decidimos ignorarla.

De manera que si te has sorprendido frente al espejo quejándote en la soledad, y diciendo algo como : “me duele el brazo izquierdo desde hace algunos días y no sé qué será” entonces no te apartes de la pantalla, porque este artículo está hecho a la medida para ti.

Me duele el brazo izquierdo y no sé qué pueda ser

Si este es tu caso, primeramente te invitamos a prestar atención a ese dolor. ¿Cómo? Sencillo.

Fíjate en la intensidad del dolor

Por ejemplo, hazte la siguiente pregunta: en una escala del 1-10 con cuánto puntuarías la intensidad del dolor en el brazo izquierdo?

Esta etapa es muy importante, bueno, realmente todas lo son. Pero este paso en particular te ayudará a delimitar las causas y consecuencias de tu dolor mientras asistes a tu médico de confianza

No es secreto que los dolores en el brazo izquierdo, al estar tan cerca del corazón, está más propenso a sensibilidades en caso de algún desequilibrio. Pero no se alarmen por eso. También existen otras causas por las cuales pueden tener dolor en los brazos o en cualquier lugar del cuerpo. En unos momentos tocaremos ese punto con mayor profundidad.

Ahora bien, si la medición en la escala es baja pueden seguro estar más tranquilos, y tendrán más tiempo para acudir a un médico si el malestar persiste.

Deben también tener presente que en muchas oportunidades, los fallos del corazón no se presentan necesariamente con fuertes expresiones, sino que muchas veces, actúa silenciosamente hasta que explota cuando ya no puede más.

Por tal motivo si no se sienten seguros siempre la mejor decisión es acudir al médico en lugar de automedicarse.

Mantente pendiente del tiempo

¿Cuánto tiempo tienes ese incomodo dolor y con qué frecuencia va y viene? ¿Es que es continuo? La duración del dolor es un punto al cual hay que prestar atención. Si es necesario, anótalo en una libreta para que el registro pueda ayudarte si la situación se complica.

Es bastante inexacto predecir las causas del dolor solamente pensando en este aspecto. Pero podemos hacerles una idea de que si el dolor se presenta de manera intermitente y tiene una duración de algunos pocos segundos, entonces será muy probable que sea algún fallo del corazón al cual debes atender lo antes posible.

Ahora bien, si el caso es que la duración del dolor no son solo algunos segundos, sino algunos minutos, preocúpense también y tengan a mano el número de su médico. Puede presentarse con suficientes probabilidades las posibilidades de un infarto.

En este mismo sentido, hablamos de un dolor continuó en la extremidad. Este caso es el menos traumático puesto que seguramente, y dependiendo también de la actividad física, puede consistir en un dolor muscular producto de algún esfuerzo propio del día.

Pregúntate sobre tu estilo de vida

La forma de tu alimentación, las horas de tus actividades, la hora de descanso. Pregúntate sobre los esfuerzos físicos que haces durante el día.

El régimen alimenticio de cada persona es un punto fundamental, y que puede ser, indirectamente la causa de muchos malestares, que de otra manera pudieran haberse evitado.

Una estabilidad y constancia en las horas de las comidas es tan importante, que habitúa a nuestros organismos a un patrón invariable. Este (el organismo) planifica las funciones y acciones del cuerpo humano a partir de eso.

Si estás sometido a muchas horas de trabajo, lo cual te evita descansar un mínimo de 8 horas diarias, actúa como causante de un desorden en nuestro cuerpo que no sabrá cómo responder ante las acciones internas.

¿Tienes algún registro de enfermedades o recaídas recientes?

Si tienes alguna afección ya conocida entonces podrás sacar conclusiones redireccionandola a esa condición física que particularmente puede tener cualquier persona. Así como aquellas enfermedades o condiciones que pueden legarse genéticamente.

Si tu caso no es el del párrafo anterior, pues mejor aún, puesto que gozas de una salud excelente. Pero deberás agudizar más tus sentidos para tener alguna idea de la causa de tu dolor de brazo izquierdo.

Me duele el brazo izquierdo y necesito algunas recomendaciones

Evalúa otros posibles malestares que puedas tener en cualquier otro lugar de tu cuerpo e intenta relacionarlo con el malestar del dolor del brazo izquierdo. Por ejemplo, seguidamente les dejamos una lista de malestares con los que podrás cotejar:

• Visita con regularidad tu médico de confianza: explícale con claridad todos las sensaciones que tengas, todos los malestares e incomodidades. Y si tienes dudas, pide que te las aclare, él es el único que tendrá el conocimiento necesario como sacarte de todas las interrogantes que puedas tener.
• No te automediques: cada cuerpo reacciona diferente antes las enfermedades y los modos de combatirlas
• No creas todo lo que dice la Internet: no te alarmes, guarda siempre la calma. Y asesórate solamente con quién realmente tiene el conocimiento. Usa el internet como una herramienta para tener una idea de los que puedes o no hacer.

Y por último, permítannos recomendarles que se amen lo suficiente a ustedes mismos como para preocuparse de los detalles apenas mínimos que puedan afectarles. No exactamente en el momento, sino a largo plazo. Así que si están diciéndose en este momento ‘me duele el brazo izquierdo’ evalúen la situación y déjense guiar por la seguridad que ofrece el doctor especialista.

Esperamos les haya servido y ya nos veremos en una próxima oportunidad, no se olviden, ¡ámense a sí mismos!

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